Tengan todos cuidado de no hacer declaraciones contra el
único pueblo que está cumpliendo la descripción que se da del pueblo remanente
que guarda los mandamientos de Dios, [y] tiene la fe de Jesús... Dios tiene un
pueblo distinto, una iglesia en la Tierra, que no es inferior a ningún otro,
sino superior a todos en su capacidad de enseñar la verdad y vindicar la Ley de
Dios... Hermano mío, si usted está enseñando que la Iglesia Adventista del
Séptimo Día es Babilonia, está equivocado.
Tienen el testimonio de Jesús
A medida que se acerca el fin, y la obra de dar la última
amonestación al mundo se extiende, resulta más importante para los que aceptan
la verdad presente tener una clara comprensión de la naturaleza y la influencia
de los Testimonios, los cuales, en su Providencia, Dios vinculó con la obra del
mensaje del tercer ángel desde su mismo nacimiento.
Los hombres pueden valerse de un medio tras otro, y el
enemigo tratará de seducir a las almas para apartarlas de la verdad, pero todos
los que crean que el Señor ha hablado por medio de la Hna. White y le ha dado
un mensaje estarán seguros frente a los muchos engaños que vendrán en estos
últimos días.
La misión distintiva de los adventistas
Los adventistas del séptimo día han sido elegidos por
Dios como pueblo peculiar, separado del mundo. Con el gran instrumento de la
verdad, los ha sacado de la cantera del mundo y los ha relacionado consigo. Ha
hecho de ellos representantes suyos, y los ha llamado a ser sus embajadores
durante esta última fase de la obra de salvación. Les ha encargado que
proclamen al mundo la mayor suma de verdad que se haya confiado alguna vez a
seres mortales, las advertencias más solemnes y terribles que Dios haya enviado
alguna vez a los hombres.
En un sentido muy especial, los adventistas del séptimo
día han sido colocados en el mundo como centinelas y transmisores de luz. A
ellos ha sido confiada la tarea de dirigir la última amonestación a un mundo
que perece. La Palabra de Dios proyecta sobre ellos una luz maravillosa. Una
obra de la mayor importancia les ha sido confiada: proclamar los mensajes del
primero, segundo y tercer ángeles. Ninguna otra obra puede ser comparada con esta
y nada debe desviar nuestra atención de ella.
La autoridad especial de la Iglesia de Dios
Dios ha investido a su iglesia con especial autoridad y
poder que nadie puede sentirse justificado de desatender o despreciar, porque
al hacerlo desprecia la voz de Dios.
Dios ha otorgado a su iglesia el más elevado poder bajo
el Cielo. Es la voz de Dios en su pueblo unido como iglesia, la cual debe ser
respetada.
No se necesita una nueva iglesia
El Señor no le ha dado un mensaje para que diga que los
adventistas del séptimo día son Babilonia, y para que inste al pueblo de Dios a
salir de ella. Todas las razones que usted sea capaz de presentar no pueden
pesar en mi ánimo con relación a esto, porque el Señor me ha dado una
información específica que se opone a tal mensaje...
Sé que el Señor ama a su iglesia, la cual no ha de ser
desorganizada ni dispersada en átomos independientes. No existe la menor lógica
en esto, ni hay la más mínima evidencia de que ocurrirá tal cosa.
Les digo, hermanos míos, el Señor tiene un cuerpo
organizado por medio del cual él trabaja... Cuando alguien se está apartando
del cuerpo organizado, del pueblo que guarda los mandamientos de Dios; cuando
comienza a pesar la iglesia en
su balanza humana y a pronunciar juicios contra ella,
pueden saber que Dios no lo está dirigiendo. Está en el camino equivocado.
Dios pondrá todo en orden
No hay necesidad de dudar ni de temer que la obra no tenga
éxito. Dios encabeza la obra, y él pondrá en orden todas las cosas. Si hay que
realizar ajustes en la plana directiva de la obra, Dios se ocupará de eso y
enderezará todo lo que esté torcido. Tengamos fe en que Dios conducirá con
seguridad hasta el puerto el noble barco que lleva al pueblo de Dios.
¿No tiene Dios una iglesia viva? Él tiene una iglesia,
pero es la iglesia militante, no la iglesia triunfante. Lamentamos que haya
miembros defectuosos, que haya cizaña en medio del trigo... Aunque existen
males en la iglesia, y los habrá hasta el fin del mundo, en estos postreros
días la iglesia ha de ser luz para un mundo que está contaminado y corrompido
por el pecado. La iglesia, debilitada y deficiente, que necesita ser
reprendida, amonestada y aconsejada, es el único objeto de esta Tierra al cual
Cristo concede su consideración suprema.
La iglesia militante es imperfecta
La iglesia militante no es la iglesia triunfante, y la Tierra
no es el cielo. La iglesia está constituida por hombres y mujeres falibles,
imperfectos, que no son sino aprendices en la escuela de Cristo para ser
instruidos, disciplinados, educados, para esta vida y para la vida futura,
inmortal.
Algunas personas parecen pensar que al entrar en la
iglesia se cumplirán sus expectativas, y hallarán solamente personas puras y
perfectas. Son celosas en su fe, y cuando ven faltas en los miembros de la
iglesia dicen: “Nosotros abandonamos el mundo para no tener ninguna asociación
con individuos malos, pero el mal se halla aquí también”; y preguntan, como los
siervos de la parábola: “¿De dónde, pues, tiene cizaña?” (Mat. 13:27). Pero no
necesitamos chasquearnos así, pues el Señor no nos autoriza a sacar la
conclusión de que la iglesia es perfecta; y todo nuestro celo no nos permitirá
tener éxito en lograr que la iglesia militante sea tan pura como la iglesia
triunfante.
La iglesia triunfante
La obra pronto ha de terminar. Los miembros de la iglesia
militante que han demostrado ser fieles integrarán la iglesia triunfante.
La vida de Cristo era una vida llena con un mensaje
divino del amor de Dios, y él ansiaba intensamente impartir este amor a otros
en una rica medida. Su semblante resplandecía de compasión, y su conducta se
caracterizaba por la gracia, la humildad, la verdad y el amor. Cada miembro de
su iglesia militante debe manifestar las mismas virtudes si quiere unirse a la
iglesia triunfante.
Oración:
Oremos para que podamos formar parte del movimiento que Dios levantará en los últimos momentos de este mundo.
Autora: Ellen G. White
Extraco de: Eventos de los últimos días
Fuente: www.adventistas.org/10dias
Descarga de la revista completa haciendo click AQUÍ.
Comentarios
Publicar un comentario